Esta,
siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos
del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. (Hechos 16:17).
Necesitamos verdadera
religión en la iglesia. Es el propósito
de Dios que mostremos que hemos nacido de nuevo, y que en nuestras vidas están obrando los grandes principios de verdad del nuevo nacimiento. Sólo así podemos lograr la vida eterna en el reino de gloria...
Habría miles de
obreros más que los que hay ahora si el pueblo de
Dios se negara a sí mismo, tomara la cruz y siguiera
a Jesús.
Lo
que necesitamos es la santificación del Espíritu Santo, y la necesitamos diariamente. Lo
que necesitamos son hombres de oración, hombres que en quietud y humildad, sin ninguna ostentación ni excitación, estén
venciendo al yo.
Lo que
necesitamos... es arraigarnos en los
principios vivientes de la verdad presente. Satanás se está arrastrando con toda su sofistería para
socavar los principios de
nuestra fe.
Recuerde cómo cuando
Pablo y Silas estaban
enseñando en cierto lugar, una mujer se les
acercó, y gritando dijo: "Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación".
Esta mujer estaba
poseída por un espíritu de adivinación, y con sus
predicciones hacía ganar mucho
dinero a sus amos. Su influencia había
ayudado a fortalecer la
idolatría.
"Más
desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de
ella. Y salió en aquella
misma hora" (Hechos 16:18).
Pero -dice usted-, ella decía cosas buenas, ¿por
qué Pablo la reprendió?
Era Satanás el que hablaba por intermedio de
ella, con la esperanza de mezclar su sofistería con las verdades enseñadas por quienes estaban proclamando la Palabra de Dios.
Hoy
existe el mismo peligro. El
enemigo está tratando de introducir su sofistería por intermedio de
quienes debieran estar sobre sus rodillas delante de Dios, orando
por una mayor comprensión de lo que dicen las Escrituras, a fin de que puedan estar firmes contra
las influencias del mal que llenan el mundo.
Dios desea que la
sofistería científica sea
eliminada de cada corazón.
El desea que
censuremos cada mala
intención, cada mala obra.
Si
permitimos que tales maquinaciones permanezcan sin reproche, tendremos que sufrir las
consecuencias... Dios desea que acudamos a Él en
busca de luz, y que llevemos su presencia con nosotros doquiera vayamos...
El enemigo presentará
sus sofisterías, con pequeñas raicillas
que penetrarán en su
experiencia y socavarán su fe.
Oro porque sus
ojos sean ungidos con el
colirio celestial, a fin de que
pueda discernir qué es
verdad y qué es error.
Necesitamos vestir el
manto blanco de la justicia de Cristo. Necesitamos caminar y
hablar con Dios. -Manuscrito
66, de 1905. RJ210/EGW/MHP 211
AUDIO.
https://www.youtube.com/watch?v=UlEK2-0-xxY&list=PLtrFh-HO7ogBX3lJ-BVlf4v1fLk5TmqV6&index=23&pp=sAQB
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