Vosotros sois
la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No
sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
(Mateo 5:13).
La iglesia de Cristo ha de ser una bendición, y sus miembros serán bendecidos al bendecir a otros.
El propósito de
Dios
al escoger un pueblo no fue sólo para adoptarlo como sus hijos e hijas, sino para
que por medio de ellos pudiera dar al mundo los
beneficios de la iluminación divina.
Cuando el Señor escogió a Abrahán no fue simplemente para que fuera el amigo especial de Dios, sino para ser el intermediario de privilegios preciosos y únicos que el Señor deseaba derramar sobre las naciones.
Había de ser una luz en las tinieblas morales que lo rodeaban.
Cuando Dios bendice a sus hijos con luz y verdad, no es sólo para que puedan tener el don de la vida eterna, sino también para iluminar
espiritualmente a quienes los rodean... "Vosotros sois la sal de la tierra".
Y cuando Dios hace que sus hijos sean sal, no es sólo para su propia preservación, sino para que puedan ser instrumentos en la preservación
de los demás.
La religión de Cristo no es
egoísta. No ha de ser guardada
bajo llave, sino que ha de ser
una influencia poderosa
que brota de cada cristiano genuino para iluminar a quienes están en
la oscuridad.
Cada alma conectada con un cristiano verdadero será por ello mejor
-Hemos
de ser portantorchas de Dios, reflejando los continuos
rayos del cielo sobre los demás.
Gracias a los méritos de Cristo, todas nuestras bendiciones
temporales y espirituales nos son dadas para que las disfrutemos.
La salvación de Cristo fue colocada a nuestro alcance
para que pudiéramos asirla por la fe, para que pudiéramos entretejer el amor de Cristo en
nuestros caracteres, y practicarlo en nuestras vidas, a fin
de que pudiéramos ser una
bendición para toda nuestra raza.
Pero ninguno de nosotros
esparcirá luz sobre otros a menos que
nosotros mismos
hayamos escogido rayos de iluminación divina de la Palabra de Dios.
Debemos tener el carácter
moldeado a la semejanza del de Cristo, o no podremos ser verdaderos
representantes de nuestro Señor.
No podemos hacer nada
sin la ayuda de Dios. El Espíritu de Dios
puede obrar junto con nuestros esfuerzos, y si la bendición
de Dios
nos asiste, seremos canales de luz.
El Señor está; deseoso de darnos
a todos una experiencia que, si es
aprovechada,
nos elevará de los pantanos de la tierra a una relación
estrecha y
celestial con Dios, y cada raicilla de
egoísmo
será desarraigada de nuestras naturalezas.
¿Brilla usted como piedra viva en el edificio de Dios?...
No tendremos la genuina religión a menos que ella ejerza una influencia controladora sobre nosotros en cada transacción comercial.
Debemos tener piedad práctica a fin de entretejerla en nuestras vidas.
Debemos poseer la gracia transformadora de Cristo en nuestros corazones. Necesitamos mucho menos del yo, y más de Jesús...
Necesitamos abundante gracia para mantenernos humildes, para dedicarnos a la oración y hacernos compasivos, tiernos de corazón y corteses, para tratar a los demás como el Señor desea que lo hagamos.
Signs of the Times, 3 de
febrero de 1890. RJ199/EGW/MHP 200
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=AI7xXTHMLLo&list=PLtrFh-HO7ogBX3lJ-BVlf4v1fLk5TmqV6&index=10&pp=sAQB
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