PRÓLOGO
Este folleto, se publica con el propósito de brindar confianza y ánimo a los corazones de todos los que aman a Dios, y que creen que él ha puesto en el mundo, un movimiento que debe proclamar su verdad en los últimos días. Un siglo atrás, surgió un grupo que predicó la pronta venida de Cristo y declaró que Dios los había suscitado en cumplimiento de la profecía. Ese movimiento llegó a ser conocido con el nombre de adventistas del séptimo día, y desde su mismo comienzo manifestó una pujanza notable. Lo que es más significativo, las doctrinas distintivas predicadas por los adventistas, han ganado fuerza y vigencia crecientes, a medida que los años han ido pasando.
Hubo un tiempo cuando el mundo se rió 8 de la más distintiva de sus enseñanzas, la doctrina de que el fin del mundo se estaba acercando. Nadie se ríe hoy. En lugar de eso, los hombres en todo lugar, hablan extrañamente como los adventistas, con respecto a este asunto. Nuestra enseñanza acerca del sábado de Dios, ha ganado nueva fuerza con cada década que pasa, porque el sábado aparece ahora como la gran señal y la marca del hombre, que no tiene parte en la apostasía moderna cuyo origen es la teoría de la evolución. Nuestra enseñanza sobre la naturaleza del hombre y el estado de los muertos gana nueva fuerza, como un baluarte contra los engaños del espiritismo.
Y así, podemos continuar enumerando las verdades fundamentales que distinguen al movimiento conocido como adventista del séptimo día. Las pruebas de que sus enseñanzas son verdaderas, y provienen de Dios son cada día más evidentes. Difícilmente podría cuestionar esto, alguien que haya gozado de la comunión de este movimiento. Pero, por extraño que parezca, algunos han salido de entre nosotros, no porque creen que las verdades distintivas son falsas, sino, porque afirman que Dios ha rechazado al cuerpo organizado, cuya sede está en Washington, D. C. y les ha dado a ellos la 9 comisión de reunir fuera de la iglesia, en una nueva organización, a todos los sinceros de corazón que desean estar listos para el día del Señor.
Creen que alguna vez en el pasado, el movimiento adventista perdió el favor de Dios y, por lo tanto, ha sido repudiado por él. ¿Cómo lo saben? Su respuesta es que el espíritu de profecía, así lo declara. Pero, ¿es cierto? Este folleto da respuesta a esa pregunta crucial. La Sra. Elena G. de White ha escrito sobre este aspecto del movimiento de Dios, en un lenguaje claro e indubitable. Las páginas siguientes contienen suficiente material proveniente de su pluma como para aclarar, fuera de toda duda, si es que Dios está guiando hoy, al mismo pueblo que guió por un siglo, y si continuará guiándolo hacia su glorioso triunfo. Lo invitamos a leer y sentirse inspirado. El fundamento de Dios está firme. Los editores. 11
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