Todos nuestros
miembros deberían sentir un profundo interés por las misiones locales y
extranjeras.
Una gran bendición espiritual recaerá sobre ellos a medida que hagan esfuerzos con sacrificio para plantar el estandarte de la verdad en nuevos territorios. El dinero invertido en esta obra traerá ricos dividendos.
Nuevos convertidos, gozosos por la
luz recibida de la Palabra, darán a su vez de sus
medios para llevar la luz a otros.
El Señor está llamando a su pueblo a emprender diferentes líneas de obra misionera. Quienes transitan por caminos y vallados han de escuchar el salvador mensaje evangélico.
Los miembros de iglesia han de hacer obra
evangelizadora en los hogares de quienes entre, sus amigos y vecinos todavía no han recibido la evidencia
completa de la verdad...
Que quienes se dediquen a esta obra hagan de la vida de Cristo su estudio constante. Sean intensamente fervientes, usando toda capacidad en el servicio del Señor. Preciosos resultados premiarán los esfuerzos sinceros y abnegados. Los obreros recibirán del gran Maestro la más alta educación de todas.
Muchos del pueblo de Dios han de salir
con publicaciones que contienen la luz de la verdad
presente
a lugares donde el mensaje del tercer ángel nunca ha sido proclamado.
La obra del colportor
evangélico que está imbuido del Espíritu de Dios, está cargada
de posibilidades maravillosas para el bien.
La presentación de la
verdad con amor y sencillez,
de casa en casa, está en armonía con la instrucción que Cristo dio a
sus discípulos cuando los envió en su primer viaje misionero.
Por medio de cantos de alabanza a Dios, oraciones humildes
y sinceras, y una presentación sencilla de la
verdad bíblica en el círculo familiar, muchos serán alcanzados.
El Obrero divino estará presente para infundir convicción en los
corazones."Yo estoy con vosotros todos los días"(Mateo 28:20), es la
promesa. Con la seguridad de la permanente presencia de tal Ayudador, podremos
trabajar con fe, esperanza y valor.
Esta monotonía en nuestro servicio para Dios necesita ser quebrantada.
Cada "miembro de iglesia debería comprometerse en
alguna línea de trabajo para Dios.
Quienes están bien
establecidos en la verdad vayan a lugares vecinos, y realicen reuniones,
extendiendo una cordial invitación a todos.
Haya en esas
reuniones cantos melodiosos, oraciones fervientes y la lectura de la Palabra de
Dios...
Hay otros que pueden visitar los hogares de la gente,
leyendo a los miembros de la familia sobre el solemne y sencillo tema de la
verdad bíblica...
Hay quienes, por causa de los intensos deberes en el hogar... piensan que no pueden hacer nada para
ayudar.
Pero pueden animar a los que salen, y pueden dar de sus medios para ayudar a
sostenerlos. Manuscrito
150, de 1903. RJ194/EGW/MHP 195
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=DtVzLvAYNlY&list=PLtrFh-HO7ogBX3lJ-BVlf4v1fLk5TmqV6&index=7&pp=sAQB
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